Podemos definir la salud como el correcto funcionamiento de nuestro organismo, que nos permite disfrutar de los placeres de la vida, de sentirnos vivo y de tener una vida feliz y lo más larga posible. Esta situación es la que todos los seres humanos intentamos conseguir y muchas veces se nos hace muy cuesta arriba, por pequeños o grandes desequilibrios que padecemos. El conseguir acercarnos lo más posible a esta situación de salud, para muchos les pareces una utopía, una situación inalcanzable y se tira la toalla rápidamente, cuando se disfruta de una salud pasajera no somos conscientes de la suerte que tenemos y cuando la perdemos nos desesperamos buscando soluciones drásticas para recuperarla, sin darnos cuenta que todo lo que tenemos tiene un “precio” para conservarlo, hay que saber retenerlo y darle lo que le conviene, de ahí la importancia que tiene la prevención y conservación de la salud. Hay un dicho popular catalán que resumen muy bien esta situación : “Quan tenim salut la malgastem a l’engròs, i quan l’hem perduda la comprem a la menuda”.
Todas la medicinas tradicionales se han interesado siempre y en primer lugar en las personas con buena salud, para conseguir que no la perdieran, para ello disponian de medios para conservarla , alargarla y aumentarla. Concretamente la Medicina Tradicional China tiene una larga experiencia en la prevención de las enfermedades antes que aparezcan (Wei Bing Xian Fang) . Según el Nei Jing, ya existían en la antigüedad diversos procedimientos destinados a preservar el cuerpo de las influencias patógenas, a aumentar la longevidad y a conservar la salud, era el YANG SHENG (mantener la vida).
Simplificando podemos decir según la MTC que hay 3 factores importantes que producen los desequilibrios que nos llevan a padecer la ENFERMEDAD:
1.- Factores Climáticos: Viento, Frío, Calor, Sequedad, Humedad. Estos factores y en diferentes estaciones del año nos ataca y si tenemos un sistema defensivo (WEI QI) bajo nos producirá un desequilibrio en nuestra salud, produciendo la temida enfermedad. Por ello el ser humano debe ajustar su actividad en función de las estaciones. En el Han Shu está escrito: “En la primavera, nacimiento (Sheng); en verano, crecimiento (Zhang); en otoño, recolección (Shu); en invierno, conservación (Cang).”
El Su Wen nos dice: “Los tres meses de primavera expresan una renovación, el Universo se regenera, los diez mil seres están florecientes. Por la noche nos acostamos a tiempo, por la mañana nos levantamos temprano. Nos paseamos por el exterior, nos dejamos los cabellos libres y sin anudar. La vida debe ser favorecida y apreciada, y no debe matarse ni reducir su expresión”. El Qi de la Primavera consiste en mantener la vida (Yang Sheng). Oponerse a esto daña el Hígado y, en verano, produce enfriamientos porque el crecimiento es reducido.”
2.- La Dieta: Desde su origen, la MTC insiste en el equilibrio dietético como medio de preservar el organismo de un gran número de enfermedades. Los alimentos se relacionan mucho con las 5 estaciones, con los órganos, con los sabores, colores, etc.
3.- El Control Psíquico (las emociones). La MTC insiste mucho sobre las interrelaciones entre el psiquismo y el cuerpo. El control de las emociones permite evitar el desarrollo de enfermedades de origen interno y las perturbaciones del Qi que tienen como consecuencia agotar la Energía sana y debilitar el organismo. Más allá de esto, ciertas prácticas espirituales tienen por objeto trascender diversos aspectos de la fisiología, permitiendo al ser humano optimizar su funcionamiento vital. Se trata sobre todo de los ejercicios de Nei Gong (aspecto interno del QI GONG) o de Nei Dan (alquimia interna).
Para concluir, hay que acordarse de que el concepto de prevención no puede basarse en un solo factor, sino que está fundado en una combinación compleja y siempre individual de criterios de preservación de la salud.
Para ello expongo el poema chino: Shi Sou Chang Shou Ge, (Canto de los diez ancianos a la gran longevidad):
Un dia, un viajero se cruzó con diez ancianos.
Aunque tenían más de cien años, todos ellos estaban llenos de vigor.
Con gravedad y sinceridad, preguntó por la clave de su longevidad.
El primero, tocándose su barba dijo: “Yo nunca bebo ni fumo”.
Sonriendo, el segundo prosiguió: “Yo doy un paseo después de cada comida.”
El tercero declaró inclinándose: “Yo sigo un régimen vegetariano.”
El cuarto, con un bastón en la mano, dijo: “Yo prefiero caminar en lugar de tener un carruaje.”
El quinto, remangándose las mangas declaró: “Yo siempre hago trabajos físicos.”
El sexto, adoptando la postura Yin/Yang, añadió: “Yo practico cada día Tai Ji Quan.”
El séptimo, frotándose su gran nariz, precisó: “Yo dejo mis ventanas abiertas para tener aire fresco.”
El octavo, estirando su corta barba, declaró: “Yo me acuesto y me levanto temprano.”
El noveno, acariciando sus mejillas rojas, dijo: “Yo evito que el sol me produzca quemaduras.”
El décimo, alisando sus largas cejas, añadió: “Yo me guardo de cualquier preocupación”
Excelentes son los preceptos de estos diez ancianos; uno a uno, explican todos los secretos.
Tratar una enfermedad
cuando ya ha aparecido
es como cavar un pozo
cuando se está sediento.
NEI JING
Todas la medicinas tradicionales se han interesado siempre y en primer lugar en las personas con buena salud, para conseguir que no la perdieran, para ello disponian de medios para conservarla , alargarla y aumentarla. Concretamente la Medicina Tradicional China tiene una larga experiencia en la prevención de las enfermedades antes que aparezcan (Wei Bing Xian Fang) . Según el Nei Jing, ya existían en la antigüedad diversos procedimientos destinados a preservar el cuerpo de las influencias patógenas, a aumentar la longevidad y a conservar la salud, era el YANG SHENG (mantener la vida).
Simplificando podemos decir según la MTC que hay 3 factores importantes que producen los desequilibrios que nos llevan a padecer la ENFERMEDAD:
1.- Factores Climáticos: Viento, Frío, Calor, Sequedad, Humedad. Estos factores y en diferentes estaciones del año nos ataca y si tenemos un sistema defensivo (WEI QI) bajo nos producirá un desequilibrio en nuestra salud, produciendo la temida enfermedad. Por ello el ser humano debe ajustar su actividad en función de las estaciones. En el Han Shu está escrito: “En la primavera, nacimiento (Sheng); en verano, crecimiento (Zhang); en otoño, recolección (Shu); en invierno, conservación (Cang).”
El Su Wen nos dice: “Los tres meses de primavera expresan una renovación, el Universo se regenera, los diez mil seres están florecientes. Por la noche nos acostamos a tiempo, por la mañana nos levantamos temprano. Nos paseamos por el exterior, nos dejamos los cabellos libres y sin anudar. La vida debe ser favorecida y apreciada, y no debe matarse ni reducir su expresión”. El Qi de la Primavera consiste en mantener la vida (Yang Sheng). Oponerse a esto daña el Hígado y, en verano, produce enfriamientos porque el crecimiento es reducido.”
2.- La Dieta: Desde su origen, la MTC insiste en el equilibrio dietético como medio de preservar el organismo de un gran número de enfermedades. Los alimentos se relacionan mucho con las 5 estaciones, con los órganos, con los sabores, colores, etc.
3.- El Control Psíquico (las emociones). La MTC insiste mucho sobre las interrelaciones entre el psiquismo y el cuerpo. El control de las emociones permite evitar el desarrollo de enfermedades de origen interno y las perturbaciones del Qi que tienen como consecuencia agotar la Energía sana y debilitar el organismo. Más allá de esto, ciertas prácticas espirituales tienen por objeto trascender diversos aspectos de la fisiología, permitiendo al ser humano optimizar su funcionamiento vital. Se trata sobre todo de los ejercicios de Nei Gong (aspecto interno del QI GONG) o de Nei Dan (alquimia interna).
Para concluir, hay que acordarse de que el concepto de prevención no puede basarse en un solo factor, sino que está fundado en una combinación compleja y siempre individual de criterios de preservación de la salud.
Para ello expongo el poema chino: Shi Sou Chang Shou Ge, (Canto de los diez ancianos a la gran longevidad):
Un dia, un viajero se cruzó con diez ancianos.
Aunque tenían más de cien años, todos ellos estaban llenos de vigor.
Con gravedad y sinceridad, preguntó por la clave de su longevidad.
El primero, tocándose su barba dijo: “Yo nunca bebo ni fumo”.
Sonriendo, el segundo prosiguió: “Yo doy un paseo después de cada comida.”
El tercero declaró inclinándose: “Yo sigo un régimen vegetariano.”
El cuarto, con un bastón en la mano, dijo: “Yo prefiero caminar en lugar de tener un carruaje.”
El quinto, remangándose las mangas declaró: “Yo siempre hago trabajos físicos.”
El sexto, adoptando la postura Yin/Yang, añadió: “Yo practico cada día Tai Ji Quan.”
El séptimo, frotándose su gran nariz, precisó: “Yo dejo mis ventanas abiertas para tener aire fresco.”
El octavo, estirando su corta barba, declaró: “Yo me acuesto y me levanto temprano.”
El noveno, acariciando sus mejillas rojas, dijo: “Yo evito que el sol me produzca quemaduras.”
El décimo, alisando sus largas cejas, añadió: “Yo me guardo de cualquier preocupación”
Excelentes son los preceptos de estos diez ancianos; uno a uno, explican todos los secretos.
Tratar una enfermedad
cuando ya ha aparecido
es como cavar un pozo
cuando se está sediento.
NEI JING